«– No tengo ganas de estudiar. Sé que tengo que hacerlo, pero llego cansada del cole, me tumbo en la cama y no consigo levantarme. – ¿Estás con las redes sociales?. – Sí, pero no es eso. – ¿Qué obstáculo te impide organizarte y ponerte a estudiar? – La pereza. ¿Qué hay detrás de esa pereza?» Seguro que este caso te suena: adolescentes cansados y desmotivados que piensan que tienen tanto que estudiar que ya ni lo intentan y procrastinan. Hay muchas herramientas que podemos utilizar para motivarlos. Podemos explorar esa «pereza» la herramienta Stuck Emotion, y descubrir qué hay detrás: posiblemente miedo, tristeza, frustración u otra emoción bloqueada. También podemos Descubrir al troll, ese personaje que se alimenta de sus miedos y le impide avanzar. También podemos clarificar los objetivos y realizar un plan de acción con la herramienta Goal Mapping. Todas estas herramientas, y muchas más, se aprenden en el curso de Coaching Especializado en Jóvenes y Familias. Sin embargo, hay muy motivadora. Dejarlos relajarse y que sueñen con su futuro. Hacerles la visualización del yo futuro. Te cuento cómo lo hago. Lo divido en tres fases y pongo música diferente en cada una de ellas. Mindfulness (música relajante) Llevarlos a conectar con su interior (música profunda) Guiarlos para que conozcan a su yo futuro (Música del espacio). Es un viaje que dura casi una hora, en el que logran relajar la mente, sentir el cuerpo y conectar con su interior, mientras los guío hablándoles de los valores que todos llevamos dentro. Al final, los llevo al espacio y los hago aterrizar en la Tierra 10 años después, atravesando un agujero negro. Poco a poco, con el sonido de un cuenco de cuarzo, van regresando a la sala. Luego, converso con ellos durante 10 minutos para conocer cómo ha sido la experiencia, qué han aprendido y cómo se han visualizado en el futuro. Se van muy satisfechos, con los ojos brillantes y expresiones como: «He sentido cosas que nunca había sentido antes», «Me he relajado mucho, lo necesitaba», «¡Guau, ha sido impresionante!» Lo que he hecho es simplemente guiarlos para sentir su Ser Interior y conocer a su Yo Futuro. Durante casi una hora, sus mentes se detienen, están libres de preocupaciones y pueden escuchar su verdadera voz . Cuando llegan a sus casas, sus madres notan un cambio en su actitud. Sin embargo, una sola sesión no es suficiente; un proceso de coaching requiere al menos seis sesiones para consolidar los cambios. Si quieres saber más, apúntate al curso de experto en Coaching especializado en jóvenes y familias que empieza el día 4 de abril. |
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