¿Para qué tengo que estudiar cosas que no me sirven para la vida?, me suelen decir muchos jóvenes en las sesiones de Coaching. Y yo les doy la razón. El saber no ocupa lugar eso es verdad, pero tienen demasiados contenidos de poca practicidad para la vida.

Educar es extraer lo mejor de nuestros jóvenes, no formatearles el cerebro. No sólo meterles los conocimientos en la cabeza, sino enseñarles a pensar por sí mismos, a tener criterio, darles herramientas para la vida, enseñarles a quererse y a confiar en la vida. 

El sistema educativo actual a pesar del esfuerzo que hacen nuestros docentes, les formatea el cerebro y no propicia el pensamiento propio. De hecho, hasta han intentado sacar la filosofía que parece que se mantiene en bachillerato. 

Por eso, la asignatura conócete a ti mismo, debería ser reglada en los colegios. Lo podemos llamar Coaching, crecimiento personal, gestión emocional, pensamiento crítico etc. Es necesario que nuestros jóvenes se conozcan a sí mismos, desarrollen el pensamiento crítico y confíen en la vida. De esta forma seguro que irían mucho más felices a clase y tendría herramientas para confiar en la vida y desarrollar su potencial al máximo.

Conocerse a uno mismo es la clave para sentir bienestar y la base del Coaching. No es nada nuevo.  La frase “CONÓCETE A TI MISMO”,  estaba escrita en el templo de Apolo en Delfos en el S. VI antes de Jesucristo. Fue la época de Pitágoras, Heráclito, Sócrates y otros muchos sabios que intentaban entender el mundo en el que vivían.