No deja de sorprenderme lo creativos, inteligentes y buenas personas que son los jóvenes a los 12,13 años. Después de una sesión de Coaching sentí mucho amor y bondad después de tener el privilegio de haber podido ver el interior de un joven. Parece increíble cómo hablan y se explican. Con el corazón en la mano y sin disimular la emoción.

Lo increíble es que muchos de estos niños están etiquetados en el colegio como revoltosos y/o que se portan mal.

En este caso, hablaba en la sesión de Coaching de sus defectos y sentido de culpabilidad, y profundizando en porqué tiene determinadas conductas.

Sólo hay que liderar creando un espacio seguro y total confianza y cercanía para ser ellos mismos. Tener una buena escucha y tratarlos desde el total respeto y la igualdad. Nadie es más que nadie. Por ser adultos no sabemos más ni somos más. Hemos de dejar la mente de principiante y escuchar de verdad.

Para liberar el talento, hay que liderar y ver al joven su interior y lo que puede llegar a ser. Con premios y castigos, no liberaremos el talento, ya que no hay consciencia ni un darse cuenta, y por tanto, cuando los educadores no estén delante, el joven no se responsabilizará de sus asuntos.

A los 12, 13 años es una edad ideal para hacer un proceso de Coaching ya que todavía se permiten ser ellos mismos. No están apenas contaminados por la sociedad y por el sistema educativo. A esta edad, están puros y todavía son muy creativos y se permiten la emoción. Por eso además de ser muy motivador para el educador/coach, es muy eficaz y productivo para que el joven empiece a andar su camino de la vida con motivación, responsabilidad y paso firme.

Coaching adolescentes